Sinopsis:
«Un mediodía de abril, justo después de comer, mi marido me anunció que quería dejarme. Lo dijo mientras quitábamos la mesa...»
Todo cambia en la vida de Olga cuando, después de quince años de matrimonio, Mario la abandona por una jovencita. Sola con sus dos hijos, el mundo en apariencia perfecto de la mujer se desmorona. Atrapada entre las cuatro pareces del piso que antes llamaba hogar, Olga no duerme, no come y casi no se reconoce: quien está al otro lado del espejo cuando se mira por la mañana es una mujer que ha perdido todos sus atributos y tendrá que buscar otras palabras que la definan y le permitan seguir adelante.
Leyendo Los días del abandono nos convertimos en testigos de una caída libre hacia la desolación, un lugar donde ya nada tiene sentido, pero como en todos los buenos libros, también en este «thriller del alma» cabe la sorpresa, y el abandono puede abrir puertas que antes eran muros.
Opinión Personal:
Esta es la segunda novela breve de la autora, tiene 220 páginas y se divide en capítulos cortos, una lectura rápida, de esos libros que nos cuesta soltar. En primera persona, Olga, una mujer de 38 años con dos hijos pequeños, nos cuenta como cambió su vida cuando inesperadamente su marido le anunció que quería dejarla después de 15 años de matrimonio.
En estas páginas veremos cómo crece su dolor mientras intenta desesperadamente encontrar respuestas a tantas dudas, buscando entender las razones del abandono, dudando de sí misma en algunos momentos, sobrepasada por tener que encargarse sola de la casa, los niños y el perro. Se encuentra totalmente sola y deberá aprender a quererse más que nunca para superar lo que le está pasando.
Una lectura muy realista y actual, con personajes bien construidos y que no dejan indiferente al lector, leer a Elena Ferrante siempre es seguridad de calidad. Una novela muy reflexiva, nos muestra lo vulnerables que podemos ser todos ante el abandono, pero también nos da esperanzas, nos enseña a tener muy presente que jamás se deben abandonar los sueños y proyectos personales por los de otra persona, primero debe estar uno mismo y después los demás.
Calificación: ★★★★★
Frases destacadas:
“Las mujeres sin amor perdían la luz de los ojos, las mujeres sin amor morían en vida.”
“A quien me hace daño, le pago con la misma moneda. Soy el ocho de espadas, soy la avispa que pica, soy la serpiente oscura, soy el animal invulnerable que atraviesa el fuego y no se quema.”
“Los hombres, pequeños o grandes, no saben apreciar la belleza auténtica, solo piensan en sus necesidades.”
“Fabricamos objetos a semejanza de nuestro cuerpo, un lado encaja con el otro. O los concebimos pensando en ellos unidos como nosotros nos unimos a los cuerpos deseados. Criaturas nacidas de una fantasía banal.”
“¡Qué error había sido confiar el sentido de mi vida a sus gratificaciones, a sus arrebatos de entusiasmo, al recorrido cada vez más fructífero de su vida! ¡Qué error había sido, sobre todo, creer que no podía vivir sin él, cuando desde hacía tiempo tenía serias dudas de que con él estuviese viva!”
“Qué complicada y espumosa mezcla es una pareja. Aunque la relación se deshaga hasta desaparecer, continúa actuando por vías secretas, no muere, se niega a morir.”
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