En la pequeña ciudad de Derry se esconde un ser terrible que cada aproximadamente veintisiete años aparece por un tiempo matando, mutilando y aterrorizando a los niños del lugar; al acabar su tarea se retira a descansar y siempre vuelve. Siete adolescentes se conocen de alguna forma conectados por la amenaza de esta criatura y se proponen detenerla, la promesa que hicieron los lleva a volver a encontrarse siendo adultos para terminar lo que alguna vez empezaron.
Las 1503 páginas de este libro nos presentan de forma intercalada pasado y presente, de a poco conocemos a los personajes reconstruyendo la historia y encajando cada pieza en su lugar. En estos saltos temporales no se pierde el hilo de la historia.
Es un libro que trata sobre la amistad, nos lleva a recordar los miedos de la infancia y las primeras amistades. El desarrollo de los personajes es de alto nivel, cada uno de ellos con sus propios miedos, con sus propios problemas que arrastran de alguna manera hasta la adultez y necesitan resolverse.
La forma en que King nos hace reflexionar sobre el pasado es interesante, a veces podemos olvidarlo por razones que escapan a nuestro entendimiento, y puede volver a tocar nuestra puerta en algún momento. No podemos anclarnos en el pasado cada momento vivido nos hace ser quienes somos.
Las descripciones son perfectas, la atmosfera de Derry no deja indiferente a nadie. Hay un gran debate sobre un momento de la historia que podría ser innecesario para algunos lectores. A mí el libro me ha encantado de principio a fin.
La lectura puede interpretarse de muchas formas, cada lector encontrará un mensaje, una reflexión diferente!
Calificación: ★★★★★
Frases destacadas:
“Todo es mucho más difícil cuando es real. Es entonces cuando te ahogas. Cuando es real.”
“Todo lo que he conseguido, lo que ahora tengo, se debe, de algún modo a lo que hicimos entonces, y en este mundo hay que pagar lo que se recibe. Tal vez por eso Dios nos hizo niños para empezar cerca del suelo. Él sabe que uno debe caerse muchas veces y sangrar mucho antes de aprender esa simple lección. Se paga por lo que se recibe, se posee lo que se paga… y, tarde o temprano, lo que se posee vuelve a uno.”
“Si la ficción y la política llegan, alguna vez, a ser intercambiables, voy a suicidarme, porque ya no sabré que hacer. La política cambia siempre, ¿se dan cuenta? Los cuentos, jamás.”
“La historia de una ciudad es como una vieja casa destartalada, llena de habitaciones, cubículos, rampas para la ropa sucia, desvanes y toda clase de escondrijos excéntricos… por no mencionar uno o dos pasadizos secretos. Si te dedicas a explorar la Mansión Derry, encontrarás todo tipo de cosas. Sí. Tal vez lo lamentes más adelante, pero las encontrarás y una vez que algo se encuentra, es imposible no haberlo encontrado, ¿verdad? Algunas habitaciones están cerradas, pero hay llaves… hay llaves.”
“Quizá, a veces, las cosas no salían mal una sola vez; quizá, a veces, seguían cada vez peor y peor, hasta que todo estaba completamente arruinado.”
“Algunas de las cosas que contaba la Biblia eran aún mejores que las historietas de terror. Siempre estaban friendo a la gente en aceite o la gente se ahorcaba, como Judas Iscariote. Y eso del perverso rey Acab, que se había caído del trono y todos los perros fueron a beber su sangre. Y los asesinatos en masa de bebés que habían acompañado a los nacimientos de Moisés y Jesucristo. Y los tipos que salían de sus tumbas o volaban por el aire. Y los soldados que derribaban murallas. Y los profetas que veían el futuro y peleaban contra los monstruos. Todo eso estaba en la Biblia y era verdad, palabra por palabra.”
“Nunca mentimos mejor que cuando nos mentimos a nosotros mismos.”
“¿Quién sabe cuánto tiempo puede durar el luto? Es posible que treinta o cuarenta años tras la muerte de un hijo, un hermano, uno despierte a medias, pensando en esa persona con la misma sensación de vacío, de sitios que tal vez no se llenen nunca… quizá ni siquiera en la muerte.”
“Tal vez la gente no cambia tanto como pensamos. Quizá… quizá sólo nos volvemos más rígidos.”
“Guiarse por la intuición es como escuchar un ritmo y seguirlo con el cuerpo. A los adultos nos resulta difícil usar la intuición (…) los chicos funcionan a base de intuición el ochenta por ciento del tiempo, al menos hasta los catorce años.”
“Volver al sitio donde uno ha crecido es como hacer una de esas descabelladas pruebas de contorsionista: meterse los pies en la boca y tragarse a uno mismo, hasta que nada queda. No se puede hacer, y cualquiera en su sano juicio debería alegrarse de que no sea posible.”
“Algunas cosas hay que hacerlas aunque sean peligrosas. Es la primera cosa importante que descubrí sin que me la dijese mi madre.”
“La energía que uno derrocha siendo niño, la energía que uno cree inagotable, se escapa entre los dieciocho y los veintidós años reemplazada por algo mucho menos brillante, tan falso como la exaltación de la cocaína: decisión, metas, cualquiera de los términos que propone la Cámara de Comercio. No era nada notable porque no aparecía de un momento al otro, con un estallido. Y eso es lo que daba miedo, pensó Richie. El hecho de que uno no deja súbitamente de ser niño. El chico que llevábamos dentro se escurre poco a poco, tal como el aire de un neumático pinchado. Y un día, al mirarnos al espejo, nos encontramos con la imagen de un adulto. Uno podía seguir llevando vaqueros y asistiendo a conciertos de rock; uno podía teñirse el pelo, pero la cara del espejo seguía siendo cara de adulto. Tal vez todo ocurría mientras dormíamos, como la visita de los ratones que llevaban los dientes de leche.”
“Descubrí que se podía existir dentro del dolor, a pesar del dolor.”
“Tal vez no existen los buenos y malos amigos; tal vez sólo hay amigos, gente que nos apoya cuando sufrimos y que nos ayuda a no sentirnos tan solos. Tal vez siempre vale la pena sentir miedo por ellos, y esperanzas, y vivir por ellos. Tal vez también valga la pena morir por ellos, si así debe ser. No hay buenos amigos ni malos amigos, sólo personas con las que uno quiere estar, necesita estar; gente que ha construido su casa en nuestro corazón.”
“A veces, cuando un hombre se pasa la vida en medio de la desconfianza, solitario (o fracasado) tanto por elección como por la opinión de la sociedad, puede llegar a vivir para el amigo o la amante que encuentre, como el perro vive para su amo.”
“A todos se nos ha enseñado, desde la más temprana infancia, que eso hacen los monstruos cuando nos sorprenden en lo profundo del bosque: comernos. Es, quizá, lo peor que podemos concebir. Pero en realidad es la fe lo que alimenta a los monstruos, ¿no? Me veo llevado irresistiblemente a esta conclusión: el alimento puede ser vida, pero la fuente del poder es la fe, no la comida. ¿Y quién es más capaz de un acto de fe absoluta que un niño?”
“¿Y si no había acto de fe posible hasta que uno se veía rotundamente arrojado al aullante medio de las cosas, como un recién nacido que saliera disparado del vientre materno sin paracaídas? Una vez iniciada la caída, uno se veía obligado a creer en el paracaídas, en la existencia, ¿no? Y tirar de la argolla durante la caída se convertía en la declaración final sobre el tema, de un modo u otro.”
“Los Barrens, los de siempre. No parecían tocados por los últimos veintisiete años; para Bill, la autopista elevada, único detalle nuevo, parecía irreal, algo tan efímero como un paisaje falso proyectado en una pantalla trasera para ambientar la escena de una película. Los arbustos y los matorrales centelleaban entre la niebla. Bill pensó: «Creo que a esto nos referimos cuando hablamos de la persistencia del recuerdo, a esto o a algo parecido, algo que se ve en el momento debido y desde el ángulo debido, imágenes que activan la emoción como el motor de un avión de propulsión. Uno lo ve con tanta claridad que todo lo que ha pasado mientras tanto desaparece. Si es el deseo lo que cierra el círculo entre el mundo y la necesidad, el círculo está cerrado.»”
“La realidad es un concepto bastante indigno de confianza, quizá no más sólido que un trozo de lona extendido sobre cables entrecruzados como hebras de telaraña.”
“Siempre nos recordaremos en los sueños.”
“Es mejor no mirar atrás. Es mejor creer que habrá finales felices en todas partes. Y bien que puede ser así. ¿Quién puede decir que no existen los finales felices? No todos los barcos que se pierden en la oscuridad desaparecen para siempre; si algo nos enseña la vida, al fin de cuentas, es que, a fuerza de abundar los finales felices, es preciso poner en duda la racionalidad de quien no cree que Dios exista.”
“No hace falta mirar atrás para ver a esos niños, una parte de tu mente los verá siempre, vivirá con ellos para siempre, amará con ellos para siempre. No son, necesariamente, la mejor parte de ti, pero alguna vez fueron el depósito de todo lo que podías llegar a ser.”
“Pon distancia y trata de mantener la sonrisa. Sintoniza un rock and roll en la radio y ve hacia toda la vida que existe con todo el valor que puedas reunir y toda la fe que logres invocar. Sé leal, sé valiente, aguanta. El resto es oscuridad.”
“Pensar que la infancia tiene sus propios secretos dulces y que confirma la mortalidad y que la mortalidad define todo el valor y el amor. Pensar que lo que has mirado adelante también tienes que mirarlo atrás y que cada vida hace su propia limitación de la inmortalidad: una rueda.”