sábado, 28 de marzo de 2020

Reseña: Arqueólogos Urbanos – Jorge Oscar Iglesias



Sinopsis:

La vida de Raúl Alvarado toma un giro inesperado cuando lo despiden del trabajo y tiene que ingeniárselas para reinsertarse laboralmente a los cuarenta y dos años.

Sin perspectivas de conseguir un nuevo empleo, se convierte en un emprendedor y funda “Arqueologos Urbanos”, una empresa dedicada a ubicar objetos que la gente perdió en el pasado y que fueron y son de enorme valor sentimental.

Junto a su principal colaborador, Justo Parisi, vivirán momentos desopilantes y dramáticos que sellarán una amistad inquebrantable.

Así, Alvarado y su equipo se verán envueltos en situaciones mágicas, peligrosas, fantásticas, sensibles, graciosas o dramáticas, regadas de recuerdos de infancia y adolescencia en barrios populares de Buenos Aires.

Siempre apelando a su estilo directo y frontal, con el que seguramente despertará en el lector sentimientos de nostalgia de un pasado único e irrepetible, Jorge Iglesias (Tres de Febrero, Pcia. de Bs. As) nos presenta su tercer título luego de “Ficcionarias” (2014) y “Cuentos sin tiempo” (2017).

Opinión Personal:

Hola a todos! Antes de empezar quiero agradecer al autor @gallegorebelde la confianza para esta colaboración y el envío del ejemplar.

Luego de leer los cuentos de Jorge, leí esta hermosa novela. Su portada nos sugiere un ambiente de mucha nostalgia y de recuerdos muy felices, pero en este libro hay mucho más que eso. Raúl Alvarado es nuestro protagonista, un hombre que a los 42 años se queda sin trabajo y decide animarse a crear una empresa que se dedicará a recuperar objetos de gran valor sentimental perdidos por sus clientes, contará con un socio que conocemos al principio de la historia y con un equipo de colaboradores, entre los que se destaca  Justo Parisi, un importante personaje que además tendrá una importante amistad con Raúl.

El libro contiene 9 capítulos y cada uno tiene como tema central un caso de investigación de “Arqueólogos Urbanos”, buscarán un álbum de figuritas, una varita mágica, un auto, una calesita, un medallón egipcio, un cofre, se deberá entregar una carta, un caso muy importante en la vida de Parisi, que es mejor no revelar y que lo descubran leyendo y un silbato de oro.

Los mayoría de los  casos están llenos de nostalgia y sentimientos bastante profundos sobre el pasado y el recuerdo, nos recuerdan las historias que cuentan nuestros padres y abuelos, y también en algunos casos a las de nuestra propia infancia, si es que tuvimos la suerte de vivirla sin que la tecnología la domine y controle.  Es un libro que nos emociona y no solo desde el recuerdo…No pude evitar llorar con los casos de la varita, el cofre y la carta, los tres llenos de momentos dolorosos y la historia del cofre tiene como escenario del pasado una época muy difícil, el caso que afecta a Parisi es reflejo de cosas muy feas que pasan en el mundo (cuando lo lean me cuentan y lo hablamos).

Además del hecho interesante de que la hermana Gertrudis aparece en el libro de cuentos que reseñe hace unos días y también en este libro, es muy interesante que el autor se mencione a sí mismo y a su esposa Claudia (uno de los casos es homenaje al padre de ella) en este libro como amigos del protagonista, este detalle me encanta porque nos permite conocerlo un poco más a él pero dentro de su obra.

La segunda parte de Arqueólogos ya está escrita y espero que se publique lo antes posible porque necesito más de esta historia. Les recomiendo darle una oportunidad, es un libro diferente y que se disfruta mucho!

Calificación: ★★★★★

Frases destacadas:

“Llegué a la conclusión de que la vida daba siempre segundas chances, ya que a veces uno –Y vaya a saber por qué razones- perdía en un segundo lo que tanto quería –hablo de las cosas que se atesoran supuestamente para siempre- y de pronto podíamos volver a tener otra oportunidad de recuperar lo perdido con tan solo tener ganas y estar preparados para hacerlo. Y no hablo solo de objetos precisamente.”

“A veces, y sin quererlo, dejamos abandonadas –ya sea porque crecimos o porque nos mudamos- cosas que al llegar a una cierta esas vuelven a nuestra mente como recuerdos imborrables y que añoramos volver palpables para aliviar un poco al corazón.”

“A  veces las grandes noticias es mejor darlas personalmente.”

“Siempre tuve una opinión formada sobre las cosas y es que es bueno reencontrarse en lo posible con momentos y lugares que nos hicieron felices. Y aunque esto nos recuerde dolorosamente a nuestros seres queridos y su ausencia, al revivirlos se logra que actúen, aunque sea por un momento, como bálsamo para el alma”

“Sin trabajo no hay nada y sin amor por lo que uno hace, tampoco.”

“En cada instante no dejo de recordarlo, y aunque la vida se encargó de que pudiera convivir con el dolor por su ausencia, quedó en mí impregnado el vacío de saber que ya no podría correr como cuando era niño a sus brazos y escucharlo diciéndome que todo estaba bien y que no tuviera miedo.”


“Uno va creciendo, acostumbrándose a que mucha gente que uno ama ya no está presente, aunque (…) permanecen vivos en nuestros corazones para que podamos honrarlos y soñar, aunque sea, que desde algún lugar nos están observando y cuidando.”


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