lunes, 22 de junio de 2020

Reseña: CLAPTON autobiografía – Eric Clapton




Opinión Personal:

¡Qué hermoso conocer a Eric de esta forma! En este hermoso libro de 380 páginas cuenta su vida, haciendo gran enfoque en su carrera y momentos más íntimos. Nos cuenta lo bueno y lo malo que hizo, cómo aprendió de cada vivencia.

Inicia hablando de una infancia muy complicada, en la que fue criado por sus abuelos sin saber hasta los seis años que su madre lo había tenido a la temprana edad de 15 años y había desaparecido de su vida, de su padre se supo muy poco, ya que abandonó a su madre al saber que esperaba un hijo.
La música fue su salvación y camino desde temprana edad, lo que él nos cuenta es: “La música se convirtió en un bálsamo para mí y aprendí a escucharla con todo mi ser. Me di cuenta que, gracias a ella, podía dejar de lado todo el miedo y la confusión que me provocaba mi familia.”

Aprendió solo a tocar la guitarra, escuchando mucha música, imitando a los guitarristas que observaba y esforzándose al máximo por dominar cada técnica que descubría, paso por muchas bandas antes de iniciar una carrera como solista, y nos cuenta el proceso de manera ordenada y precisa, intercalando con el detalle de lo que sentía en cada etapa.

Pasó por muchas adicciones, muchas drogas, pero lo que más le costó trabajo superar fue el alcoholismo que le llevó a perder mucho. Al superarlo creó su propio centro de rehabilitación para ayudar a los demás, nos dice: “Para mantener lo que tenía, debía compartirlo. Para seguir estando sobrio, tenía que ayudar a otros a estarlo. Ese es el principio que gobierna mi vida incluso al día de hoy.”

Sus vínculos amorosos fueron muy tormentosos, nos detalla mucho acerca de esas experiencias, pero lo más difícil que le tocó en la vida fue la muerte de su pequeño hijo Conor, seguro todos conocen esa triste historia, compuso dos canciones muy importantes en esa época y me gustaría dejarles un pequeño fragmento en donde habla de ellas: Sobre “Tears in heaven” y “The circus left town”: “esencialmente escribí esa canción para hacer la pregunta que yo llevaba haciéndome desde que murió mi abuelo. ¿De verdad nos volveremos a ver? Es difícil hablar en profundidad sobre esas canciones, por eso son canciones. Su nacimiento y desarrollo fue lo que me mantuvo vivo en el período más oscuro de mi vida. Cuando intento volver a aquel tiempo, recordar el terrible aturdimiento en el que vivía, lo recuerdo lleno de miedo. No quiero volver a pasar por algo como eso nunca más. Originalmente esas canciones no estaban hechas para publicarlas o para consumo del público; solo lo hice para evitar volverme loco. Las tocaba para mi, una y otra vez, cambiándolas o refinándolas constantemente, hasta que se convirtieron en parte de mi ser.”

Hoy en día Eric tiene una esposa a la que ama y cuatro hijas que le llenan de felicidad, logro superar muchas dificultades y nos deja su música, que habla por sí misma y que es un gran reflejo del artista y al mismo tiempo un espejo en el que podemos identificarnos. El libro fue publicado en el año 2007 y la traducción salió recientemente, para actualizarnos a hechos más recientes habrá que buscar información adicional.

Recomiendo este libro no solo a fans, sino a quienes amen leer biografías, siempre es enriquecedor saber más de la vida de quienes han luchado tanto en este mundo.


Calificación: ★★★★

Frases destacadas:

“La música se convirtió en un bálsamo para mí y aprendí a escucharla con todo mi ser. Me di cuenta que, gracias a ella, podía dejar de lado todo el miedo y la confusión que me provocaba mi familia.”

“Es muy difícil explicar el efecto que tuvo en mí el primer disco de blues que escuché, aparte de decir que lo reconocí inmediatamente. Fue como si estuviera recuperando el contacto con algo que ya conocía, tal vez de alguna vida anterior. Para mí hay algo primitivamente tranquilizador en esa música y, en cuanto la oía, conectaba directamente con mi sistema nervioso y me hacía sentir como si midiera un metro más.”

“Yo soy una persona que no puede dejar las cosas a medias, y si me he propuesto dedicar el día algo, no me puedo acostar hasta que lo termino.”

“Que me echaran de la escuela de arte fue otro rito de iniciación para mí. Me impactó darme cuenta inesperadamente de que no iba a tener todas las puertas abiertas ante mí durante el resto de mi vida, que la realidad era que algunas me las iba a encontrar cerradas.”

“Era como si estuviera empezando una vida totalmente nueva, en la que no había sitio para ningún exceso de equipaje. Tenía mucha confianza en mis capacidades y era muy consciente de que eran la llave para mi futuro. Por eso era muy protector con mi arte e implacable a la hora de quitar de en medio cualquier cosa que se interpusiera en mi camino. Y el mío no era un camino de ambición; no buscaba fama ni reconocimiento. Solo necesitaba que me dejaran hacer la música que pudiera con las herramientas que tenía.”

“Yo nunca había entendido el conflicto racial, ni me había sentido afectado por el directamente. Supongo que ser músico me ayudó a trascender la parte física del problema. Cuando escuchaba música no me interesaba el origen de los músicos, ni su color de piel.”

“Cuando intento escribir canciones, me gusta dejar las cosas todo lo inacabadas posible, para que las personas con las que voy a tocar tengan margen para influir, con su manera de tocar, en la forma en que va a quedar la canción al final.”

“La falacia del alcohol es que la gente dice que bebe para olvidar y, en realidad, lo que hace el alcohol es magnificar el problema. Yo me tomaba una copa para deshacer el problema y después, como no se iba, me tomaba otra y otra. Pero al final de mis días de alcohólico fue una locura, porque estaba siempre acicateado por la esperanza de que alcohol me llevaría a otro lugar. Escondía botellas por todas partes, llevándomelas a escondidas a lugares en los que no miraba nadie.”

“Quiero expresar todo mi dolor con mi música. No quiero reprimirlo, quiero conectar con los demás a través de él para que sepan que no están solos.”

“Un ateo seguramente diría que solo fue un cambio de actitud, y probablemente fue eso hasta cierto punto, pero fue algo más que eso. Había encontrado algo a lo que recurrir, algo que siempre supe que estaba ahí pero que nunca quise, necesité o creí en ello. Desde ese día hasta hoy nunca he dejado de rezar por la mañana, de rodillas, para pedir ayuda, y por la noche para dar las gracias por mi vida y, sobre todo, por mi sobriedad. Elijo arrodillarme porque siento que necesito humillarme cuando rezo y, con el ego que tengo, esa es la mayor humillación que puedo demostrar.”

“Encontré un patrón en mi comportamiento que llevaba años repitiéndose, décadas incluso. Las malas elecciones eran mi especialidad, y si surgía algo decente y sincero, lo rechazaba o salía corriendo. Se podía decir que mis elecciones eran un reflejo de la forma en que yo me veía, yo pensaba que no me merecía nada decente, así que solo podía elegir parejas que me iban a abandonar, como estaba convencido que hizo mi madre, tantos años atrás.”

Sobre Tears in heaven y The circus left town: “esencialmente escribí esa canción para hacer la pregunta que yo llevaba haciéndome desde que murió mi abuelo. ¿De verdad nos volveremos a ver? Es difícil hablar en profundidad sobre esas canciones, por eso son canciones. Su nacimiento y desarrollo fue lo que me mantuvo vivo en el período más oscuro de mi vida. Cuando intento volver a aquel tiempo, recordar el terrible aturdimiento en el que vivía, lo recuerdo lleno de miedo. No quiero volver a pasar por algo como eso nunca más. Originalmente esas canciones no estaban hechas para publicarlas o para consumo del público; solo lo hice para evitar volverme loco. Las tocaba para mi, una y otra vez, cambiándolas o refinándolas constantemente, hasta que se convirtieron en parte de mi ser.”

“Para mantener lo que tenía, debía compartirlo. Para seguir estando sobrio, tenía que ayudar a otros a estarlo. Ese es el principio que gobierna mi vida incluso al día de hoy.”

“Creo firmemente que es importante que la gente, en esa fase cercana a la muerte, sepa exactamente lo que le ocurre.”

“Lo único que tengo claro ahora mismo es que no quiero irme a ninguna parte, y que no está mal para alguien que se ha pasado la vida huyendo.”

“Tengo una familia que me quiere a mi lado, un pasado que ya no me avergüenza, y un futuro que promete estar lleno de amor y de risas. Me siento muy afortunado de poder decir esto, porque soy perfectamente consciente de que para mucha gente ir acercándose a la vejez representa el final de todas las cosas placenteras y la llegada gradual de la enfermedad, la senilidad, y los arrepentimientos por una vida llena de insatisfacciones. Tal vez cuando se acerquen mis últimos años llegue a sentir miedo, pero ahora estoy muy feliz y me siento así la mayor parte del tiempo. El único momento en que estoy descontento es cuando trabajo y me parece que ya no tengo la capacidad de hacer las cosas como me gustan, normalmente porque estoy enfermo o demasiado cansado. Es por el perfeccionista que hay en mí, y siempre ha sido así. El único miedo que tengo al futuro tiene que ver con mis hijas; me duele pensar que puedan perder a su padre cuando todavía son pequeñas.”

“Estoy casi sordo, pero me niego a llevar audífonos porque me gusta el sonido natural de las cosas, aunque me cueste oírlo. Soy muy vago, me niego a hacer ejercicio y la consecuencia es que he perdido totalmente la forma física. Soy un absoluto cascarrabias y estoy orgulloso de eso. Sé quién soy  ahora y sé qué, si en algún momento las cosas están demasiado tranquilas, seguro que empiezo algo, no por aburrimiento, sino porque necesito movimiento. Mi naturaleza es rítmica. Eso no quiere decir que no sepa relajarme. Lo que más me gusta en el mundo es estar sin hacer nada, pero después de un tiempo tengo que ponerme en movimiento de nuevo.”

“El blues es un estilo musical que nació de la unión entre las culturas folclóricas africana y europea, concebido durante la época de esclavitud y promovido desde el delta del Mississippi. Tiene su propia escala, sus leyes, sus tradiciones y su propio lenguaje. Desde mi punto de vista, es una celebración del triunfo ante la adversidad, está lleno de humor, dobles sentidos e ironía y muy pocas veces resulta algo deprimente de escuchar.”

“En mi caso, en lo que toco y lo que escribo he intentado permanecer al margen de los temas políticos y sociales, excepto en algún detalle poco concreto, simplemente porque no quiero levantar polvaredas, por así decirlo, o que me asocien con algún movimiento que empañe mi misión en lo que respecta al blues o a la música en general. Siempre he creído que la música por sí misma ya tiene suficiente poder para provocar el cambio y que a veces las palabras o los programas estorban.”

“La escena musical actual no es muy diferente de la que había cuando era joven. Los porcentajes son más o menos los mismos: 95% de mierda y 5% de pureza. Pero los sistemas de marketing y distribución están cambiando mucho y creo que, para finales de la década, es poco probable que siga habiendo compañías de discos en el negocio. Con todos mis respetos para toda la gente implicada, tampoco sería una gran pérdida. La música siempre ha encontrado la forma de llegar hasta nosotros, con o sin negocios, políticas, religiones u otras estupideces. La música sobrevive a todo y, como Dios, está siempre presente. No necesita ayuda y no le importan los obstáculos. Siempre me ha encontrado a mí y, con la ayuda de Dios y su permiso, seguirá haciéndolo durante el resto de mi vida.”

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